República Checa es un destino lleno de historias, algunas que te dejarán sin dormir.
Si eres amante de los misterios y lo sobre natural no te puedes perder el artículo de Javier Mazorra y su itinerario de utlratumba en nuestro blog #DestinoChequia.
A continuación, compartimos contigo unos pequeños sustos cortesía del autor:
Lugares como el carismático Castillo de Praga repleto de lugares secretos y fantasmas como la esotérica “Parábola con cráneo” de Jaroslav Róna y el Museo de los Magos o el antiguo Barrio Judío donde se pueden seguir múltiples rutas dedicadas a personajes tan inquietantes como el escritor Kafka, son ya sobradamente conocidos. Como los numerosos cementerios de la misma capital, tantas veces relacionados con historias luctuosas de raíz literaria, aunque también vinculados con todo tipo de héroes y villanos, de carne y hueso, que terminaron convirtiéndose en leyenda.
Para los amantes de lo sobrenatural y toda esa fenomenología al filo de lo imposible, les sugiero un itinerario a lo largo y ancho del país que no sólo les permitirá descubrir rincones sobrecogedores, pero también algunos de los hitos más desconocidos del riquísimo patrimonio cultural de este país centro europeo que nunca deja de sorprender.
Los treinta fantasmas de la iglesia de San Jorge en Lukova:
Es difícil encontrar nada tan inquietante y misterioso como lo que se esconde el interior de esta pequeña joya arquitectónica construida en el siglo XIV en un rincón olvidado del noroeste de Bohemia. Después de sufrir todo tipo de vejaciones y desgracias a lo largo de su trágica historia, este templo en ruinas ha vuelto a recobrar un atisbo de vida gracias a una treintena de hipnóticos fantasmas que ha hecho realidad el artista Jakub Hadrava. La entrada es libre y suele estar abierta casi todos los días del año.
Las misteriosas reliquias de San Valentín en la Iglesia de San Pedro y San Pablo de Praga:
Para quien no lo sepa, Praga tiene otro castillo, Vyšehrad. Se encuentra al otro lado del río Moldau y también incluye en su entorno una iglesia impresionante, famosa en Praga por un curioso carrillón que se puede escuchar cada hora. Aunque también por unos estupendos frescos modernistas de František Urban y su esposa Marie Urbanová-Zahradnická inspirados por Alfons Mucha. Menos conocida es su colección de tesoros que incluye el inquietante omoplato de San Valentín que el Emperador Carlos IV regaló a esta basílica en el S.XIV y que se redescubrió en 2012. Desde entonces se dedica una misa especial al santo el 14 de febrero. Hay que pagar una entrada para visitar el conjunto.
El brazo del ladrón de la Iglesia de Santiago en Praga:
Fuera de los circuitos turísticos, la iglesia Sv Jakuba Vetsiho que es como realmente se conoce a la iglesia dedicada al apóstol Santiago, es uno de los secretos mejor guardados de la capital checa. Es recomendable visitarla coincidiendo con un concierto de órgano, pero además de su enorme interés arquitectónico y musical guarda una curiosidad muy especial, el brazo momificado de un supuesto ladrón que, al intentar apoderarse de la imagen de la Virgen María, esta le agarró con tanta fuerza, según cuenta la tradición, que no pudo soltarse hasta que terminaron cortándole el brazo que ahora cuelga desafiante en una de las paredes del templo. Hay que pagar una entrada para visitar el conjunto.
El santa santorum de los alquimistas de Praga:
Hay varios museos en Chequia dedicados al mundo de la alquimia, pero ninguno es comparable al Speculum Alchemiaeubicado en uno de los edificios más antiguos de la ciudad donde se cree que en el siglo XVI se creó un laboratorio alquímico secreto en los sótanos para el emperador Rodolfo II. El objetivo principal de los alquimistas era crear oro, la piedra filosofal o el elixir de la eterna juventud. Rodolfo II invitó a muchos alquimistas, astrónomos y científicos a su corte en Praga y algunos de ellos también trabajaron en este laboratorio, como el rabino Low, Tycho Brahe, Tadeas Hajek de Hajek, Johannes Kepler y muchos otros. ¡Un lugar fascinante!
[{adj:22967 alignleft}]Los cráneos pintados del osario de la iglesia de Krtiny:
La iglesia barroca de este rincón del karst moravo, es una de las joyas del patrimonio religioso checo diseñada por el gran Santini y uno de los grandes centros de peregrinación de Centro Europa desde hace varios siglos. Pocos visitantes saben sin embargo que también es depositaria de un impresionante osario descubierto a finales del S.XX que incluye doce cráneos que llevan dibujada a carbón una corona de laurel y en medio de la frente ostentan una gran letra T. que podría representar la letra griega tau que alude a un texto de la Biblia en el que se narra que el profeta Ezequiel escuchó la orden de Dios de que recorriera Jerusalén y trazara la letra tau en la frente de los varones que se lamentaban de todas las atrocidades perpetradas en la ciudad.
Las catacumbas de Znojmo: