En los últimos años, la Capital se convirtió en la ciudad del país con mayor cantidad de prestadores distinguidos por su accesibilidad.
Con el fin de reducir barreras arquitectónicas, comunicacionales y actitudinales para las personas con discapacidad en turismo, cada vez son más las instituciones y empresas de la Ciudad que se suman como prestadores accesibles y reciben el reconocimiento de las Directrices del Sistema Argentino de Calidad Turística.
Con un total de 35 prestadores, Buenos Aires es la ciudad con mayor cantidad de organizaciones que recibieron esta distinción. que implica la adaptación de los espacios, entre muchas otras intervenciones importantes. La certificación es entregada el Ente de Turismo de la Ciudad de Buenos Aires, la Secretaría de Turismo de la Nación, la Agencia Nacional de Discapacidad y la Comisión para la Plena Participación e Inclusión de las Personas con Discapacidad, en un trabajo articulado que implicó la capacitación a más de 2000 personas.
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Entre los integrantes de la cadena de valor turística reconocidos por su accesibilidad está la Usina del Arte, el Planetario Galileo Galilei, el Complejo Cultural Jardín Japonés, el Museo Casa Rosada, el Museo Nacional de Bellas Artes, el Museo de Arte Popular José Hernández, el Museo de Esculturas Luis Perlotti, el Centro de Convenciones Buenos Aires, La Rural Predio Ferial, la Fundación Proa, el Teatro Ciego, además de otros restaurantes y hoteles de la Ciudad.
Para recibir la distinción de Directrices de Accesibilidad, las empresas e instituciones participan etapas como sensibilización, asesoramientos y evaluación, en un proceso que incluye aspectos como seguridad en el uso, diseño universal, capacitación del personal, señalética y comunicación, entre otros. El programa, además, se revalida luego de dos años de recibidas las placas de reconocimiento que son parte del Sistema Argentino de Calidad Turística (SACT).
La apuesta del Ente de Turismo y las organizaciones tiene también un correlato en una necesidad del sector. Aunque las personas con discapacidad son más de mil millones en todo el mundo, miles de ellas renuncian a viajar por falta de una oferta adecuada de los servicios o destinos turísticos, que no les ofrecen información previa para un viaje, su estadía o una experiencia confortable libre de estrés y sin barreras.