La familia Viola, propietaria de bodega Malma y pionera de San Patricio del Chañar en Patagonia, sumó a su equipo a Hans Vinding-Diers como enólogo consultor para explorar las posibilidades del terruño y elaborar vinos que reflejen su esencia.
Hans nació en Stellenbosch, Sudáfrica, donde sus padres trabajaban como enólogos. A la edad de cuatro años se mudó con su familia a Bordeaux donde se formó pero a los 18 su padre lo envió a Australia para intentar domar su espíritu rebelde y fue ahí donde finalmente se enamoró del mundo del vino. Afincado en la Patagonia desde la década de 1990 se transformó en uno de los winemakers más icónicos de la región. En la actualidad, en su bodega, Noemia, junto a su mujer argentina y sus dos hijos, elaboran vinos elegantes que cosechan elogios por el mundo y altos puntajes.
Del otro lado del río, en Neuquén, la historia de la familia Viola es también una historia de aventura y pasión por la Patagonia. Guiados por el visionario Julio Viola, quien descubrió en San Patricio del Chañar un gran potencial para elaborar vinos, desarrollaron una región vitivinícola de cero, desafiando los límites al instalarse en la estepa patagónica. Ahora, enfocados en su proyecto familiar, pensaron en Hans como el socio perfecto para esta nueva etapa. En palabras del propio Julio "La Patagonia todavía tiene tanto para dar, tanto por descubrir, un potencial inimaginable y nuestro objetivo es trabajar con amor por este terruño como cuando empezamos hace más de veinte años. Creemos que Hans es un gran enólogo y viticultor y nos une el espíritu y el tesón de los que quieren a esta tierra."